Luego de la larga camina, y de pasar por los lugares donde había estado con él por última vez...decidió que era momento de ser sincera y de expresar lo que realmente sentía. Decidió que tenia que ser fuerte y no tener miedo. Sintió que aunque él ya no estuviera ella tenia que seguir esperándolo porque eso la había mantenido viva todo ese tiempo.
No recordaba cuando fue la última vez que hablaron por teléfono, cuándo él le dijo que la extrañaba o cuándo fue la última vez que se abrasaron sin quererse soltar nunca mas. Y si no lo recordaba tal vez era porque no había pasado, pero ella no quiso admitirlo... trajo a su mente recuerdos pasados y seguía siendo feliz con esos retasos de amor.
El día pasaba y no sabia a donde ir, quería un lugar cálido donde el frió que sentía por dentro pudiera ser abrigado. Sabia que no había nadie que pudiera abrigarle en este invierno. Deseaba que él pudiera volver pronto ... esperaba que no hubiera cambiado tanto.
Encontró un parque era como un malecón, donde se podía ver el mar y sentir su brisa; a ella le dio tranquilidad ...a pesar que no había estado ahí antes sintió como si derrepente miles de sensaciones invadían su corazón y por primera vez luego de muchos meses sintió paz. Se sintió abrigada... sintió que podía volver a ser fuerte y dejar de esperar.
No era el lugar ciertamente ... era el mar, ella reconoció en este su libertad... se dio cuenta que no era feliz, se imagino entre las olas dejandose llevar ... y tubo la sensacion que no quería ir...que no quería dejar que la corriente se la llevara... fue un minuto de miedo... luego entendió que algo mas se estaba deteniendo...
Era su camino... era su vida entera la que se estaba deteniendo la que no había avanzado nada, desde que él se fue. ...
Lloro amargamente porque siempre había esperado por él y un día sin proponérselo ya lo había dejado de querer, ya no quería sentir sus brazos ni sus besos... ella quería sentir vida, quería sonreír por el simple hecho de estar ahí. Se preguntaba si debía contarle esto a él, no sabia como lo tomaría. Ella había descubierto la alegría en su ausencia, por un momento se sintió tonta... pensó que el la estaba pasando mal y que ella no tenia derecho a descubrir cosas nuevas ...almenos no sin el.
Pero que estupidez!...dijo una voz dentro de su cabeza. Que estupidez! ... en verdad crees que solo puedes ser feliz con él? ...
Por primera vez en su vida, ella estaba escuchando a su conciencia, a una de las tantas que seguro tenia... estaba siendo regañada...y se sintió bien. Por que entendió que seria mas tonta si pensaba en él como parte de su felicidad... cuando él ya no estaba.
El día se convirtió en noche...y ella seguía parada.. mirando el inmenso mar sintiéndose afortunada de poder disfrutarlo... ya no tenia miedo a su soledad, ya no necesitaba de los retasos de amor que él le había entregado. No necesitaba de nada, solo esperaba ser tal y como ella era. ...
... La noche le trajo recuerdos que estaban llenos de él, sintió nostalgia ... sentía su aroma por última vez...y recordó lo mucho que lo quería. Sabia que a pesar de los reproches el la quería también...
Solo ya no quería llorar... lo estaba dejando ir, lo estaba perdiendo aunque él ya no estaba. Ya no sentía celos de que él pudiera encontrar a alguien mas... ella ya no era capaz de darle esa paz. Y la razón fue simple... ella encontró en su soledad esa felicidad que tanto ansiaba. ... Lo sentía tanto... y pensó como podía arreglarlo... dio media vuelta y fue recojiendo sus pasos hasta llegar a su casa, se sentó en la acera y de su bolsillo saco una monedas... corrió a la tienda y llamó por teléfono...
Como siempre ... nadie le contesto, pero ella seguía insistiendo... hasta que una voz le dijo :
- el numero que usted a marcado no existe....
Colgó y soltó una carcajada... todo encajaba por primera vez... Ese número nunca había existido...almenos no para ella...porque siempre que había llamado... nadie estaba ahí... nadie estaba ahí para aliviarla. Compró un refresco y unos alfajores... y por última vez deseó que él estuviera ahí para compartir ... como había sido el plan...compartir ese momento.
En la calle no había parejas y eso la alivio... en la calle estaba ella mas sola que nunca, tomando ese refresco sabor a chirimoya naranja... y mientras lo terminaba también se iban esfumando sus ganas de volver a enamorarse...sus ganas de dejar que alguien la guié... con cada sorbo iba dejando atrás todos sus recuerdos.
El jugo se acabó ... y en su boca aun quedaba el dulce sabor a chirimoya naranja. Tenia los alfajores intactos y no sabia porqué los había comprando...tal vez.. solo tal vez ella quería compartirlo con alguien.
Esa nueva libertad... esa sensacion de inmensa soledad no le asustaba... ella estaba feliz! ... Se levanto y dejo los alfajores en la acera... se quedaron ahí hasta que un animalito se los comió...almenos de algo sirvió, pensó.
Llevaba el cabello todo revuelto, despeinado ... se hiso una cola y se sintió linda...
Ya no había a donde ir... solo quedaba entrar a la casa y dejar afuera todo lo demás. Se lamento por última vez no haber podido verlo a la cara y decirle con todas sus letras lo que ella estaba pensando lo que había descubierto en su ausencia... se lamentó tanto. Pero ya era tarde ... y ella se sentía bien ... sabía que con el tiempo crecería, entendió que los errores existían y las disculpas no valían de nada si no eran dichas con el corazón...
Esa noche... ella durmió temprano... nadie le preguntó que pasó...a donde fue... porque regreso temprano... solo era ella y su corazón ... mientras dormía sus sueños fueron distintos... él aun estaba en sus recuerdos, en los mas lejanos y los felices también. Volvió a llorar en sus sueños ... pero ella no lo recordaría.
Soñó con el mar y con la tranquilidad... extrañamente podía escuchar una melodía... un sonido... parecía una canción.... no!... despertó... era su celular... tenia una llamada... el celular sonaba y sonaba... en la pantalla ella vio el nombre ... el número que tanto había deseado volver a marcar...
Una historia mas, para no contar la realidad.... Tal vez nunca te lo dije pero ... yo hubiera vivido en tus brazos...